Colangiocarcinoma | ||
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Diagrama del sistema digestivo que muestra la ubicación de la Vía biliar. | ||
Especialidad | oncología | |
Síntomas | Dolor abdominal, piel amarillenta (ictericia), pérdida de peso, picor generalizado, fiebre. | |
Tipos | Intrahepática, perihiliar, distal. | |
Factores de riesgo | Colangitis esclerosante primaria, colitis ulcerosa, infección con ciertos trematodos hepáticos, algunas malformaciones hepáticas congénitas.[1] | |
Tratamiento | Resección quirúrgica, quimioterapia, radioterapia, procedimientos de colocación de stent, trasplante de hígado.[1] | |
El colangiocarcinoma o cáncer de las vías biliares es un proceso tumoral de carácter maligno que afecta, de modo parcial o en mayor medida, al sistema de conductos que transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. Existe una variedad clínica de este tumor, llamado tumor de Klatskin. Se presenta en la bifurcación de los conductos hepáticos, y es muy letal por su diagnóstico tardío, y tratamiento poco efectivo.
Los colangiocarcinomas suelen presentar crecimiento lento y metástasis tardía. Se trata pues de una patología indolente que frecuentemente es diagnosticada en estadios avanzados de la enfermedad que desaconsejan su extirpación quirúrgica. Es una enfermedad cuya incidencia se aproxima a 2 casos por cada 100 000 personas. El cáncer de vía biliar puede debutar en cualquier parte de la anatomía de los conductos biliares y da lugar a síntomas por la obstrucción de estas vías. Este tumor afecta a individuos de ambos sexos y en la mayoría de los casos se desarrollan en pacientes con edad superior a los 20 años. La colangitis esclerosante primaria, la irritación biliar crónica y los quistes colédocos están asociados con un mayor riesgo de padecer esta enfermedad. Además, se ha observado que la colangitis esclerosante primaria es la única patología a diferencia de la enfermedad hepática y la diabetes mellitus tipo II, hasta ahora demostrado, que predispone a padecer más mutaciones génicas[2].